domingo, 4 de diciembre de 2011

Hay días y días...

Hay días en los que únicamente deseas es estar en consonancia contigo misma y ser capaz de ver más allá de los deseos superficiales, y ser consciente de lo que quieres de verdad, de lo que buscas o esperas encontrarte en la vida. (Lo que es lo mismo: acabar de madurar...)

Pero por mucho que lo desees, no significa que vaya a suceder. Y quizás sea así mejor, ¿no? No ponerse grandes metas en la vida significa que evitaremos grandes chascos, aunque también, quizás, grandes logros... Menos disgustos, menos ansiedad, menos fracasos, más relax... Vivir a lo... Don't worry, be happy.

Pero también tenemos la segunda opción: con calma pero con objetivos. Be water, my friend... Lee lo proclamaba. Conseguir lo que uno quiere mediante el relax, la calma y la serenidad...

Pero, ¿y nuestra tercera opción? Al fin y al cabo, no podemos olvidar que hoy en día vivimos en un mundo de locos. Un mundo estresado, cansado, pobre (crisis, crisis, crisis...), que no espera a nadie... No puedes quedarte atrás... ¿Pero debemos convertirnos en devotos de la vida estresante que el mundo nos impone? Traje, maletín, cubículo, contable... ¿Es ese el futuro que no espera a todos? Trabajar, trabajar, trabajar... Tener esa palabra todo el día en la mente, desde que te levantas hasta que te acuestas, ¿eso es lo que nos espera? ¿Olvidar por completo a lo que uno aspira en la vida, y centrarse en lo único que le interesa al estado?

Yo creo que no... la opción por la que yo voto es para la inconformista. (It wins) Ni de acuerdo con una, ni de acuerdo con otra... Tener aspiraciones, objetivos, metas... Pasar de la vida relajada y emprender una que rompa todas las reglas, todos los esquemas... Ignorar la sociedad, el estado, las instituciones.. We weren't born to follow...

Además, la vida rockera, marginal, bohemia, grunge... siempre moló más.

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